En MATER tenemos la suerte de contar con un equipo de voluntariado comprometido con el cuidado del medio ambiente. Son personas sensibilizadas con la conservación de los espacios naturales que deciden aportar su granito de arena aportando su conocimiento, habilidades y tiempo a MATER. Hoy os presentamos a Maite Marquezusa, profesora parisina y voluntaria de MATER desde hace casi dos años. Una apasionada de la mar, del arte y de la enseñanza por un planeta más sostenible. Veamos que nos cuenta…

¡Hola Maite! ¿Puedes presentarte?

Me llamo Maite, soy francesa, impacto clases en un instituto parisino. Me parece esencial vivir libre y poéticamente

¿Cómo y cuándo conociste MATER?

Hace unos años, participé en una pesca de basuras marinas y me gustó el proyecto de Mater: que fuera un ecomuseo y favorezca el conocimiento y la búsqueda científica para proteger el entorno. Me gusta participar en proyectos comprometidos, creativos y alegres sobre todo estando en un periodo socialmente complejo.  Coincidió con un momento en el que pensé que había que defender la difusión de las ciencias participativas y todo proyecto que tendiera a mejorar la acción humana para con su entorno favoreciendo conciencia, y colaboración.

De esta manera, me parece necesario que salgamos del consumo turístico y empecemos a valorar y cuidar los tesoros de nuestro entorno.

¿Desde cuándo eres voluntaria de MATER y que es lo que te animo a serlo?

Me informé a través del sitio web de MATER y creo que tras la segunda pesca de basuras marinas, propuse ser voluntaria, pese a no vivir aquí. Sería una de mis burbujas durante mis vacaciones, pues vengo a visitar regularmente a mi tía querida en Rentería.

Al mismo tiempo empecé a participar en una ONG de difusión de ciencias participativas que actúa en Iparralde con arqueología submarina y observación de flora y fauna. Dos iniciativas complementarias para ir aprendiendo y derribar fronteras, pues toda esta costa es vasca. Aunque no hable euskera, soy bilingüe y me parece muy buena manera de tender puentes.

Conocer mejor la zona representa para mí arraigarme en mis orígenes, a la vez que sigo viajando por el mundo  cercano y maravilloso que  nos rodea. Euskadi cuenta con tesoros increíbles de los que una no se cansa de descubrir. 

En mi camino poético, quería acercarme al mundo de las ballenas que hicimos huir a fuerza de cazarlas y me parece tomar parte de su revancha a la hora de intentar cuidar de su medio vital.

Las ballenas son nuestro pulmón marítimo.

Añado el poema de mujer con aletas !¿Qué te aporta ser parte del voluntariado de MATER?

Además de poder  contribuir en el cuidado del mar con un ecosistema extraordinario que voy descubriendo, con aves marinas, peces, delfines que hemos podido observar, ser voluntaria de MATER me permite aprender sobre el mundo de la mar, de la pesca, corazón de la historia de la costa vasca.

Y esta colaboración es posible gracias al acogimiento caluroso de la tripulación formidable de MATER siempre pendiente de que cada participante, viajero, colaboradora, voluntaria se sienta confortable y pueda aprovechar cada aventura.

Es algo esencial para mí pues soy una persona con autismo y me puede resultar muy difícil estar en un grupo, y poder actuar de manera coordinada. Tengo necesidades específicas y hasta ahora, el equipo de MATER lo ha hecho posible.

¿Qué labores sueles llevar a cabo como voluntaria?

He podido participar de manera variada, recibiendo público, preparando pintxos, animando alguna actividad durante la campaña Zero Zabor Uretan por ejemplo o recogiendo basuras marinas. Todo aquello viajando y descubriendo puertos cercanos desde el mar y así avistar fauna. También he podido ayudar al mantenimiento del barco, impresionante fuera del agua o traducir algún que otro documento en francés para las acciones en Iparralde

¿Recuerdas alguna anécdota a bordo?

Festejar con la tripulación, y demás voluntarias y voluntarios bailando en un ambiente vasco y multilingüe !)

Descubrir películas ganadoras de un concurso de cine de mar iluminados por la luna.

Aprovechar un viaje para tomarse un baño en altamar ¡Uhoaaa! ¡Qué impresión!

¡Pues MATER no carece de sorpresas!

¿Animarías a más personas a unirse al grupo de voluntariado de MATER? Por que?

Claro, primero para actuar en el cuidado del entorno diverso y frágil en el que vivimos y para acabar con el consumismo en el que está sumida nuestra sociedad, que está acabando con nuestro planeta.  También, para mantener la historia local colaborando con un equipo alegre y cariñoso, aprender del mundo marino, del entorno y aportar conocimientos propios,  pues entre varios  nos complementamos y somos mejores.

¿Quieres hacer llegar algún mensaje a la sociedad? Este es tu momento….

Que es hora de moverse. Aunque cambiar nos pueda asustar, anima mucho participar del mundo en el que deseamos vivir. Unos de los pilares del mío son el amor y  la colaboración. 

La utopía es esencial pues es el destino del camino que una decide seguir.

Visto el mundo que las sociedades dominantes hemos creado, necesitamos heterotopías que vayan tejiendo una red sensible con sociedades más responsables.

 ¿Quién no ha soñado un día ser el héroe de su propia historia?

¿Y tú, te animas a ser voluntari@ de MATER y cuidar del medio ambiente en comunidad?