El pueblo de Pasaia esconde muchas curiosidades y secretos. Se trata de un pueblo especial, situado al pie de dos montes y en mitad del pueblo en vez de tener una plaza alberga una imponente bahía.
Un pueblo unido a la mar desde antaño con un estrecho lazo con la pesca, la construcción naval y la navegación.
Y es que, ¿qué sería de Pasaia sin la mar, qué sería de la costa vasca sin la pesca o qué sería de nuestro mar cantábrico sin nuestros pueblos pesqueros?
Pasaia ha pasado por diversas épocas, pero una de las más llamativas fue el auge de la pesca del bacalao allá por los años 70. Por lo que dicen ¡se podía pasar de un lado al otro de la bahía pasando de barco en barco! Por ello, Pasaia se conocía como el puerto de la pesca. Sin embargo la decadencia del sector no tardaría en llegar. Hoy en día de aquellos 200 bacaladeros no quedan más que dos; y es que semejante ritmo de explotación resultaba insostenible.
Las aguas del puerto de Pasaia están evidentemente más tranquilas hoy, pero no por ello el puerto ha dejado de ser referente en el sector pesquero. No obstante, su importancia permanece oculta dentro de su lonja de venta de pescado.
¿Y por qué oculta? Porque la exposición y venta del pescado en este lugar se realiza sobre las 6 de la madrugada, y porque a ella solamente tienen acceso los pescadores, la plantilla de la lonja, el personal comprador y el personal vendedor. ¿Sabías que en el año 2020 se movieron 485.000 toneladas de pescado en Pasaia?
Se trata de una lonja referente, a nivel estatal, en la venta de merluza, pero, paradójicamente la mayor parte del pescado llega o por carretera o en avión. Esto se debe a que la lonja de Pasaia está situada estratégicamente en un punto geográfico con conexión directa a Europa y un excelente acceso a la red de carreteras del estado. Por eso, las empresas vendedoras deciden vender su mercancía directamente aquí, en vez de en su lugar de origen.
Así como en las lonjas de Gipuzkoa la mayor parte de las especies de pescado que se mueven son: anchoas, sardinas, chicharros, verdeles y bonitos; en la lonja de Pasaia podemos encontrar una variedad muy grande de especies pescadas por los pescadores que pescan con las llamadas ‘artes menores’. Muchas de esas especies poco conocidas pero con un alto valor gastronómico, y esto añade mucho valor a la lonja.
El mundo de la pesca es de por sí desconocido para aquellas personas que no trabajen en él, incluso en los pueblos pesqueros. De la mano de MATER y en colaboración con Kofradia Itsas Etxea ahora tienes opción de conocerlo. ¿Te animas?
Eneko Sarasua
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