Durante el mes de julio, a bordo del Barco Museo Ecoactivo MATER, hemos navegado con un propósito que va mucho más allá del destino físico: repensar nuestra manera de consumir y reducir nuestra huella plástica.

Dentro de la campaña ZERO ZABOR URETAN 2025, nos hemos unido a “Compromiso Sin Plástico” del Free Plastic July (Julio sin plástico), una propuesta real, viva, en la que el cambio se ha cocinado —literalmente— cada día a bordo. Julio es para MATER, el momento perfecto del año para sumergirnos en esta andadura dada nuestra travesía a bordo por una mar sana por toda la costa vasca. Porque no basta con hablar de sostenibilidad: hay que vivirla, probarla y mejorarla cada día.

Cómo se ha vivido el reto a bordo

Durante los 25 días que ha durado la campaña hemos convivido a bordo la tripulación de MATER y el voluntariado de la campaña, 8-10 personas a bordo cada día. 8 puertos de la costa vasca visitados de oeste a este (Bilbao, Portugalete, Bermeo, Ondarroa, Mutriku, Getaria, Hondarribia y Pasaia) en los que nos han acogido con los brazos abiertos. Hemos comido, dormido, reído, aprendido, nadado y hasta cantado a bordo durante estos días tan especiales a bordo. 

Una de las decisiones claves de esta campaña, ha sido optar por el vegetarianismo y el veganismo en nuestra alimentación. Un auto por la sostenibilidad del planeta y nuestra propia salud. 

Aunque el compromiso principal ha sido claro: evitar al máximo los plásticos de un solo uso durante la campaña. Para ello, el equipo de logística y cocina del barco, encargado de hacer las compras y preparar las comidas, asumió el reto de abastecer el barco buscando siempre las opciones más sostenibles: productos frescos, locales, sin envases innecesarios, priorizando la venta a granel y evitando empaquetados de un solo uso.

Una vez finalizada la estancia en cada puerto, fue el voluntariado quien analizó los residuos plásticos generados. No para buscar culpables, sino para aprender del proceso:

  • ¿Qué residuos generamos sin darnos cuenta?
  • ¿Cuáles podrían haberse evitado?
  • ¿Qué alternativas reales tenemos a nuestro alcance?

Esta documentación y reflexión diaria han formado parte de un proceso de mejora continua. Porque consumir de forma consciente no es una meta, sino un camino.

Menos plástico, más planeta

Durante estas semanas, una cosa ha quedado clara: el plástico de un solo uso no es indispensable. Lo que sí es indispensable es la mar limpia. El aire limpio. Los suelos fértiles. Los ecosistemas vivos. Y eso solo lo garantizan nuestras decisiones cotidianas. Las que tomamos al llenar la cesta, al preparar un bocadillo, al elegir entre comprar lo fácil… o lo sostenible.

Por eso, más allá del plástico, este reto también ha sido una reflexión sobre el tipo de consumo que queremos fomentar:

  • Más local, para reducir huella y fortalecer el entorno
  • Más de temporada y ecológico, para respetar los ritmos de la tierra
  • Con menos carne, más vegetales y menos procesados
  • Sin plásticos, sin envases

Los datos han sido realmente sorprendentes. Debemos tener en cuenta que durante los 25 días de campaña hemos convivido 37 personas en total, aproximadamente 8 personas a bordo cada noche. El total de residuos para el contenedor amarillo ha sido de 391, que pese a que parezca mucho, sabéis que es poco comparado con lo que genera un hogar medio. Algunas de las lecciones aprendidas de este experimento práctico: Debemos elaborar nuestra propia leche vegetal, tomar bebidas en formatos más grandes y cocinar, con productos adquiridos a granel, nuestras propias fajitas o talos. ¿No suena difícil verdad?

Consejos para una Vida con Menos Plástico (y Más Sentido)

Te compartimos consejos prácticos que hemos aprendido para que cualquier familia puede aplicar en casa para empezar —o continuar— su camino hacia un consumo más consciente y libre de plásticos innecesarios.

  • Lleva siempre tus bolsas reutilizables y tus envases al mercado.
  • Prioriza frutas, verduras y legumbres a granel.
  • Usa tuppers de vidrio, fiambreras o cera reutilizable en lugar de film.
  • Lleva tu tuppers a la carnicería, pescadería o charcutería.
  • Reemplazar los envases de café molido por café en grano comprado a granel y molido a bordo
  • Haz una “auditoría de residuos” durante una semana (Únete al Compromiso sin plástico) y detecta envases repetidos y busca versiones sin plástico.
  • Sustituye los tetrabriks de leches vegetales por leches de almendra o avena elaboradas por tus propios medios en casa. 
  • Pásate a las botellas PET plásticas, como alternativa a los tetrabriks de leche de vaca. 
  • Prepara tus propias conservas con producto de temporada: anchoas, guindillas, mermeladas, tomate, vainas… 
  • Involucra a toda la familia: cada gesto cuenta. 

Una invitación que continúa

El Compromiso Sin Plástico no termina con la campaña. Al contrario: empieza ahora, en tierra firme, en nuestras casas.
Porque si en un barco, con limitaciones de espacio, tiempo y recursos, hemos sido capaces de replantear nuestras formas de consumir… ¿qué no podríamos lograr en casa, con intención y ganas?

El reto no es ser perfecto, sino estar en el camino.
Cada compra cuenta. Cada residuo que evitamos importa.
Cada gesto, por pequeño que sea, suma al cambio colectivo que el planeta necesita.

Súmate al Compromiso Sin Plástico también desde casa