En un mar como el Cantábrico, lleno de aportes de ríos y corrientes estacionarias, aunque las basuras marinas sigan siendo un problema muy relevante, muchas veces se nos hacen invisibles a simple vista.
Poder avistar abundante basura marina en el mar Cantábrico depende de muchos factores océano-meteorológicos, aportación de agua fluvial, intensidad de la corriente costera, viento…. Lo que es innegable, es que el 88% de la superficie marina contiene microplásticos (Expedición Malaspina 2010), esas pequeñas piezas de plásticos con un tamaño menor de 5mm que provienen de la degradación de objetos más grandes o de productos que integran en su composición microperlas o microfibras (textil sintético, cosméticos, pinturas, etc). Estos microplásticos influyen en el comportamiento y en la cadena alimenticia de los organismos vivos. Durante este verano en las salidas realizadas de pesca de basuras marinas en la campaña #ZeroZaborUretan en colaboración con el proyecto #Libera, hemos querido visibilizar lo invisible muestreando con la red de microplásticos y analizando las capturas para estimar la concentración en nuestras aguas.
Esta red de muestreo de microplásticos la construimos el equipo MATER en el 2018 a semejanza de la 5 Gyres Manta Trawl que se utiliza a nivel mundial para poder comparar las muestras con las de otras localidades y así tener datos significativos. En la dinámica de a bordo de pesca de basuras marinas, se incorpora este instrumento con unas condiciones océano-meteorológicas concretas, se usa cumpliendo un protocolo de muestreo específico y se realiza el análisis preliminar de las muestras a bordo para poder mostrar los microplásticos a lxs participantes de la salida a la mar.
Durante la campaña #ZeroZaborUretan fueron 4 las salidas realizadas y las muestras se mantuvieron en el congelador hasta su análisis exhaustivo posterior.
En la primera salida a la mar de la campaña desde el puerto de Hondarribia, se recogieron microplásticos de la superficie marina durante 0.82 millas náuticas a bordo de MATER.
En esta primera muestra se contabilizaron un total de 48 microplásticos entre 2-5mm, sobre todo fragmentos duros. Ese día, el mar se veía bastante transparente y la concentración obtenida fue la más baja de toda la campaña.
En la segunda salida a la mar de la campaña #ZeroZaborUretan desde el puerto de Ondarroa, se recogieron microplásticos de la superficie marina durante 1.05 millas náuticas y se contabilizaron un total de 442 microplásticos entre 2-5mm, sobre todo fragmentos blandos, dando como resultado la 2ª concentración más alta de toda la campaña. También se encontraron bastantes huevos de fauna marina y larvas de peces.
En la tercera salida a la mar desde el puerto de Portugalete se recogieron microplásticos de la superficie del Abra de Bilbao durante 1.72 millas náuticas y fue donde mayor concentración se obtuvo de toda la campaña. Un total de 1219 microplásticos entre 2-5mm, sobre todo fragmentos blandos. Ese día, el agua de la ría estaba turbia y se veía a simple vista la cantidad microplásticos y materia orgánica presentes.
En Pasaia, en la última salida a la mar de la campaña #ZeroZaborUretan se recogieron microplásticos de la superficie marina durante 1.82 millas náuticas y se contabilizaron un total de 129 microplásticos entre 2-5mm, sobre todo microfibras, aunque también se recogió bastante zooplancton.
Estos resultados aun no siendo concluyentes dado que habría que repetir estos muestreos para poder sacar resultados que reflejen más objetivamente la realidad, sí que reflejan y visibilizan la gravedad de la situación. Sin llegar a 2050 donde se espera que haya más plásticos que peces en el mar, en el Cantábrico, como en otros tantos lugares en el océano, ya es una realidad que existen más microplásticos que plancton. Todo un reto para la humanidad si no quiere verse plastificada por dentro siguiendo la cadena trófica.
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