La Tierra es nuestro único y preciado hogar, la casa de todas y todos, y nuestro modo de vida está destruyendo los cimientos, provocando inundación en el baño e incendios en la cocina. ¿Nos vamos a quedar parados viendo cómo se derrumba? ¿Y si afianzamos los cimientos, cerramos el grifo y apagamos el fuego?
En esta metáfora, nuestra casa es la Tierra, los desastres en el hogar son la situación de emergencia climática y los arreglos, son nuestros hábitos de consumo y contaminación. Pongamos rumbo a un futuro esperanzador, asegurando el bien común para nuestra generación y las venideras. Juntas, todas a una, en diferentes regiones del mundo, en diversos sectores, y comencemos hoy mismo.
No es ninguna broma, estamos en situación de emergencia: 6º informe del IPCC
La comunidad científica lleva años alertando que la actividad humana está provocando cambios permanentes en la Tierra y en el clima y recientemente, el pasado 20 de marzo, el IPCC ha publicado su último informe. ¿Y quién es el IPCC y que ha concluido en este informe? El IPCC es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, que evalúan los trabajos hechos por diferentes científicos de todo el mundo sobre el cambio climático para realizar informes de síntesis y acercar la ciencia a los que deben avanzar en las acciones necesarias para frenar el calentamiento global (políticos, administraciones, empresas …). Es la fuente de información más veraz y fiable sobre cambio climático ya que toman en cuenta los trabajos hechos por toda la comunidad científica y sus resultados son globales. Es el 6º informe que publica el IPCC y han pasado casi 10 años del último informe de este tipo publicado el 2014 y sus resultados, son ciertamente alarmantes y un ultimátum para la humanidad.
¿En qué situación nos encontramos en el 2023?
Aunque pueda parecer sorprendente para las personas que estamos ya más sensibilizadas respecto el tema, la idea más importante que repite reiteradamente el informe, que ya se decía en el 5º informe, es que la actividad humana a través de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es inequívocamente la causa del calentamiento global. No deja lugar a dudas sobre la emergencia climática a la que nos enfrentamos y la necesidad de actuar lo antes posible. ¿Lo tenemos ya todas y todos claro?
Variación de la temperatura media anual de España desde 1901. Campaña #ShowYourStripes. https://showyourstripes.info/s/europe/spain/
A continuación recogemos las principales conclusiones derivadas de este informe:
- Cada vez estamos emitiendo más GEI: La última década ha sido en la que más GEI hemos emitido a la atmósfera desde que existen registros. Más del 40% se ha emitido desde 1990, y en ese año ya se conocía el cambio climático, fue de hecho el año en el que se publicó el primer informe.
- Fiebre de la Tierra: La temperatura media de la Tierra ha aumentado 1.1º desde el periodo 1850-1900. Cada décima de grado cuenta en la salud de la Tierra, al igual que con unas décimas de fiebre nosotras podemos sentirnos hechas un trapo.
- Las menos culpables son las que más están sufriendo: ¿Y de quién es la culpa? De todos y todas pero de algunos más que otros. Estados Unidos y la Unión Europea, son los responsables históricos de la mayor parte de las emisiones de GEI, mientras que las regiones del Sur global son las que están sufriendo sus peores consecuencias.
- El problema no se soluciona de la noche a la mañana: El problema es que aunque ahora mismo dejemos de emitir los GEI, aun así seguiríamos teniendo problemas graves durante décadas. Hace referencia al concepto de emisiones acumuladas, ya que los gases que emitimos hoy mismo, perduran en la atmósfera durante años.
- Sí hay consecuencias palpables que no tienen vuelta atrás: Algunas consecuencias son inevitables e irreversibles como por ejemplo el aumento del nivel del mar o la pérdida de los casquetes polares. Seguirá aumentando en los próximos siglos y permanecerá así de elevado durante milenios. Para finales de siglo, el ascenso del nivel del mar tendrá como resultado la pérdida de hasta un 40% de las playas de Gipuzkoa.
- Si el planeta enferma nosotras también: Nuestra salud está directamente ligada a la salud del planeta, y si los efectos directo sobre el medio ambiente no nos preocupan, seguro que los ligados a nuestra salud y economía sí. La emergencia climática es la causa directa de enfermedades infecciosas, respiratorias, mentales así como de migraciones de miles de personas al año.
¿Y qué más puede pasar en el futuro?
A este ritmo, con las políticas actuales, vamos a superar el límite máximo de aumento de la temperatura media del planeta de 1,5º respecto a niveles preindustriales (1850-1900), lo que podemos evitar es que no vaya a peor. Cada décima de grado cuenta en el riesgo y la magnitud de los impactos y lógicamente, cuanto más aumente la temperatura de la Tierra más probable es que sucedan los riesgos permanentes e irreversibles y mayores serán sus impactos. Según las estimaciones, la trayectoria del calentamiento se sitúa en torno a los 3.5º para 2100, ¡vaya horno!. Los años más cálidos que hemos vivido hasta ahora estarán entre los más fríos dentro de una generación. Un mundo 3,5º más caliente, significa extinciones masivas de especies, pérdida de biodiversidad, escasez de agua potable y de comida sana y un aumento de migraciones y conflictos por el acceso a los recursos.
¿Y cómo nos afectará esto a tí y a mí? ¿Faltará agua potable? ¿Podremos salir a trabajar o pasear en nuestro día a día por temperaturas extremas? ¿Nos tocará mudarnos de la costa por la subida del nivel del mar? ¿Cómo repartiremos el terreno para convivir con más gente que llegue de las migraciones? ¿Existirá nuestra playa de veraneo o habrá desaparecido bajo el mar? ¿Podremos hacer nuestro deporte favorito? ¿Qué enfermedades amenazarán a nuestros seres queridos? ¿Habrá alimentos como cerveza, vino, café o chocolate o serán solo un lujo de generaciones pasadas?
Estamos metidas de lleno, ya no podemos hablar de prevenir o evitar el cambio climático, es una situación de emergencia irrefutable. Tenemos esta década hasta el 2030 para actuar, lo que hagamos en esta década va a marcar el devenir del clima durante milenios. En esta película con cuenta atrás, nosotras somos los protagonistas, los héroes y heroínas de la aventura y aunque nos de vértigo, tenemos superpoderes para un desenlace trágico o felíz.
Debemos hacerle frente, con dos estrategias claras: mitigación y adaptación, priorizando claramente las medidas de mitigación. La mitigación se refiere a todas las acciones dirigidas a reducir las emisiones de GEI hoy para evitar que el planeta se caliente más en el futuro. Mientras que las medidas de adaptación, buscan limitar los impactos, reducir las vulnerabilidades e incrementar la resiliencia frente al cambio del clima de los sistemas humanos y naturales. No podemos caer en la trampa de mantener los mismos hábitos de consumo destructivos, pensando que las soluciones tecnológicas nos van a salvar. Es decir, no depende por ejemplo de que compremos y usemos todos coches eléctricos, si no que en primera instancia tenemos que desplazarnos de otra manera más sostenible; a pie, en bicicleta o transporte público.
Necesitamos adaptarnos a los impactos ya existentes del cambio climático y es crucial reducir las emisiones para evitar mayores impactos negativos futuros. Actuar ahora es más sencillo y más barato que actuar después. ¡Todavía estamos a tiempo, pasemos a la acción desde hoy! Tienen que ser soluciones a todas las escalas y sectores de todo el mundo, gobiernos, empresas y sociedad civil. La igualdad, la justicia climática y social y la inclusión, no nos podemos olvidar de nadie. Los políticos tienen que hacer más, tienen que obligar a las empresas a hacer más y que nosotras tenemos que exigir a ambos que hagan más. Y la ciudadanía podemos empujarlos a ello; votando, manifestándonos y con nuestro consumo. Recuerda, que cada compra es un voto ya que cada vez que damos nuestro dinero a una empresa estamos financiando un modelo de negocio. En MATER, estamos convencidas ¿y tú? Podemos cambiar el rumbo al planeta con nuestros hábitos diários; alimentándonos local, ecológico, de temporada y con menos carne, reduciendo, reutilizando y separando nuestros residuos, ahorrando recursos, agua y energía, buscando la opción más natural y menos contaminante y compartiendo con nuestra comunidad, siendo el ejemplo que queremos ver. Ya que, todos nuestros actos generan inevitablemente un impacto en la Tierra, en nuestras manos está hacer un consumo crítico y consciente y elegir la opción más sostenible. Recuerda que somos héroes y heroínas de este gran reto y cada vez somos más aventureras. ¿Quieres ideas para hacer tu propio plan de acción? Te animamos a coger ideas de estas fuentes:
- https://mater.eus/wp-content/uploads/Manual-Itsas-Zaindari.pdf
- https://www.ihobe.eus/publicaciones/52-gestos-frente-al-cambio-climatico
Empoderémonos, esto merece la pena, cojamos las riendas del destino de nuestro gran hogar y vislumbremos un nuevo horizonte ecocéntrico en el que se prime el bienestar de todas las personas y de la Tierra en primera instancia, la VIDA. Porque hoy, es aquel mañana del ayer.
Fuente: SYNTHESIS REPORT OF THE IPCC SIXTH ASSESSMENT REPORT (AR6)
https://report.ipcc.ch/ar6syr/pdf/IPCC_AR6_SYR_SPM.pdf
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