La primera edición del proyecto Plastifisharen Kostera 2019-2020 ha llegado a su fin tras dos años de andadura por las principales cuencas de Gipuzkoa combatiendo la plastificación de los océanos desde su origen, río arriba. Los resultados alcanzados durante este periodo se dieron a conocer en el evento de clausura celebrado el pasado jueves 20 de mayo en el Palacio de Congresos Kursaal de Donostia.
“Ha sido un éxito de implicación ciudadana y un claro ejemplo de colaboración con un objetivo común: poner de relieve la amenaza que representa la basura marina” opinó José Ignacio Asensio, diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa, entidad colaboradora del proyecto junto con la Asociación EOCA y la empresa Ternua Group.
Y es que, en esta iniciativa hemos involucrado a 2023 personas de 10 municipios guipuzcoanos alrededor de las 6 principales cuencas, se han retirado 1800 kg de basura entre 45 recogidas realizadas, se han desarrollado 112 proyectos creados por jóvenes de 8 colegios de Educación Secundaria, se han creado 4 ecopatrullas locales ciudadanas fruto de los talleres formativos y se han realizado 6 talleres de sensibilización con 10 agentes marítimos de la bahía de Pasaia.
Todo un experimento ecosocial piloto que ha querido implicar a distintos colectivos de la sociedad en la búsqueda de soluciones a un problema común, la crisis ambiental de la Tierra, representada en este caso en forma de basura marina o plastifish. Se han realizado actividades de diferente índole, según el colectivo.
Empezando por 842 niños y niñas de 12 colegios de Educación Primaria, que con guantes y sacos en mano realizaron recogidas de basura en zonas próximas a su colegio como playas, ríos y parques. Usando los residuos recogidos y llenos de imaginación, representaron la invasión de plásticos en los océanos a su manera en el concurso de Plastifish que organizamos de la mano de Ternua. Naia Aramberri, alumna de Orereta ikastola fue la ganadora con su representación de un mapamundi hecho de trozos de plásticos de varios colores y tamaños, imagen que se podrá ver en camisetas de todo el mundo ya que Ternua la incluirá en su colección de primavera 2022. Además, estos colegios, valorando la importancia de la educación ambiental en el proceso formativo de los más pequeños, se han comprometido a repetirlas cada año, incluyendo estas actividades en el programa anual y convirtiéndose así en TOKIKO NATUR ZAINDARI ESKOLA.
Por otro lado, 552 adolescentes de colegios de Secundaria han ido un paso más allá siendo protagonistas de llevar a cabo proyectos que inciten la reducción, reutilización y sensibilización para que combatan esta amenaza en sus localidades. Esto fue posible gracias a que estos colegios desarrollaron la Unidad didáctica EL RETO DE LAS BASURAS MARINAS: “Jóvenes protagonistas del cambio” (ver ekofish.mater.eus).
Además, también se ha trabajado con los adultos ecoactivistas, esas personas medioambientalmente sensibles que creen que una comunidad más sostenible es posible a través de propuestas de educación ambiental impulsadas por la propia ciudadanía. Un total de 8 personas de Oiartzun, Pasaia, Errenteria y Donostia participaron con entusiasmo y motivación en talleres teóricos y prácticos que quisieron crear un proceso interno y grupal que empoderarse y capacitase a estas personas a llevar a la práctica nuevas fórmulas de sensibilización ambiental a sus comunidades. Fruto de esto fue la campaña “#Tú2025 Transfórmate”, una campaña piloto desarrollada en las navidades del 2020 que pretendió incitar cambios de hábitos más sostenibles a través de la colocación de mensajes impactantes en comercios locales con la idea de que: “Tu consumo puede cambiar el mundo”.
Por último, Plastifisharen Kostera, nos ha permitido empezar a tejer una red de entidades entre los agentes marítimos de la bahía de Pasaia; clubes de piragua y buceo, clubes náuticos, sector pesquero, autoridad portuaria… Realizamos 6 talleres participativos al que acudieron más de 50 personas de 10 entidades en el que se recogieron experiencias, opiniones y propuestas de mejora que permitieron dibujar un mapa que recogiese el diagnóstico inicial y una hoja de ruta. Arduo trabajo el que hemos comenzado, pero sin duda fascinante, avanzar y trabajar en equipo hacia lo que todXs deseamos, ¡Una bahía limpia!
Fue muy emocionante poder reunir por primera vez a estos diversos colectivos con los que hemos ido trabajando de forma aislada durante este tiempo, porque pudieron comprobar que han sido parte de algo grande y que con sus recogidas, sus proyectos, sus ideas transformadoras y todas esas acciones individuales y colectivas han sido una gota más de una gran marea. Un evento lleno de testimonios inspiradores, entrega de reconocimientos, sonrisas y emociones al pil-pil. Todas ellas se han enfrentado a la apatía y han demostrado que crear un mundo mejor es posible uniendo fuerzas, con gestos cotidianos, con acciones individuales y colectivas, pero sobre todo con compromiso y valentía. Para el equipo MATER ha sido todo un orgullo conocer a cada una de estas personas ya que son un faro en el horizonte, una inspiración para la Tierra. Ya hemos izado la primera vela, ahora nos queda seguir navegando y contagiar a nuestra comunidad, amistades y familiares… para que suban a bordo y podamos cambiar el rumbo al planeta!
Sara Lizarza
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