Hace ya unos años que realizamos esta actividad durante el mes de febrero, mes en el que junto a enero nos esforzamos por poner un poco orden interior: planificar el año bajando a tierra los sueños y  deseos y subiendo a tierra el mayor de los sueños que mantenemos a flote el resto del año, nuestro barquito.

Lo cierto es que nuestro buque insignia, MATER, nos mantiene entretenida a toda la tripulación de continuo, pero desde luego es de destacar el esfuerzo y arduo trabajo que se toma nuestro capi.  El mantenimiento general del barco y su puesta a punto para la navegación es su proyecto principal. Dada la singularidad del mismo, su trayectoria, y sobre todo, su construcción en madera, la necesaria renovación integral es un extra muy a destacar.

En este sentido, la puesta en seco para pasar la inspección es un evento anual que tomamos dentro su plan de puesta a punto: Chorrear, rascar y pintar en esta ocasión. Y cada 5 años sacar el eje de cola y si hay suerte el próximo año solo rascamos. ¿Y qué es eso de rascar? Siempre tenemos alguna persona voluntaria nueva que viene a echarnos una mano en esta actividad y se lo traducimos de la siguiente manera: primer día matanza de cirrípedos (crustáceos de la familia de los percebes, mayormente en nuestro caso bellotas de mar Balanus perforatus); segundo día baño a presión con 2 metros de lanza de manguera que se maneja entre dos personas y que si o sí te baña a ti también; tercer día, pintar, pintar y pintar. Efectivamente, este es el día que entiendes en toda su magnitud los 33 metros de eslora y 7,4 m de manga que tiene el buque, pero lo que no sabías es que MATER posee un mundo por descubrir en su popa con un calado que llega casi hasta los 4 metros. Toda una obra viva (parte del barco que normalmente va sumergida) que casi parece imposible de imaginar desde la superficie.

Somos una tripulación todo terreno que cogemos con gusto el ensuciarnos las manos y el trabajo físico pero sin duda el programa de voluntariado del propio barco para ayudar en su mantenimiento y en las navegaciones hace posible esta gigantesca labor. Al capi no le viene nada mal esta ayuda. Ya tiene bastante con desmontar todas válvulas de fondo, pasar la inspección y calafatear. Y es que tenemos mucha suerte de tener una persona tan polivalente por capi: carpintero, maquinista,  informático… ¿Cómo le va a dar tiempo a rascar y pintar con tanto barco que arreglar?

El objetivo de este año en mantenimiento integral del buque pasa por renovar la madera de las bordas: descubrir los trancaniles (parte donde muere la cubierta y empieza la borda) y renovar todo el friso de proa o “pecho paloma” en bermeano. ¡Casi nada!

Y queremos agradecer de todo corazón la ayuda a: Jodi, Maider, Carmen, Joseba y Javier. Voluntarios que han mostrado un gran compromiso y han contribuido en el mantenimiendo de MATER para este 2022.

Para formar parte del voluntariado en este programa no hace falta ser un@ expert@, basta con tener ganas e ilusión por mantener a flote este patrimonio vivo que representa MATER y dejarse llevar por el capi.  ¡Bienvenida toda mano!

 Enlace al programa de voluntariado mantenimiento y navegación

Izaskun Suberbiola, Directora y marinera de MATER